Belinha y Luís intentan consolar a Emerenciana, que está arrasada. Todo el pueblo comparece al entierro del hijo de Boanerges. Justino siente pena de su amigo político. Bina deja que Zuca valla a pasar algunos dias en la casa de Boanerges, para consolar a Emerenciana. Justino le dice a Mariquinha y a Neco que ellos deberian ia a casa de Boanerges a dar el pésame. Emerenciana recibe a Neco y a Mariquinha y le dice a Neco que el tiene su bendición para casarse con Belinha.
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